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Los mercadillos son la mejor solución de autogestión económica de la que hacen uso numerosas asociaciones sin ánimo de lucro, todas ellas deseosas de obtener dinero para sus fondos y, con él, poder organizar eventos, construir proyectos con cierto coste, expandirse, etc. Cómo se utilicen esos fondos, por ejemplo de manera directa o utilizando con ellos recursos económicos privados de utilidad, como los minicréditos rápidos, ya es decisión de cada asociación. Lo que importa es que los mercadillos sean utilizados con eficacia y que con ellos se obtenga, hasta cierto punto, la suma de dinero deseada y sobre todo necesitada.
¿Pero cómo puede organizarse un mercadillo? Esa es, al final, la pregunta más importante. Depende, para empezar, de los recursos humanos, de los miembros de la asociación y de lo que puedan aportar. Lo normal es que los mercadillos sean artesanales, y que haya personas que sepan hacer pulseras, que vendan dibujos originales, o que incluso puedan crear manufactura más compleja, como joyería. Si no, otra opción interesante es hacer diseños sencillos, o utilizar el propio logotipo de la asociación, y hacer con ellos chapas, tazas, marcadores de libros, postales, etc. Para ello, claro está, será necesario contratar los servicios de una imprenta. Esos servicios se pueden pagar con microcréditos, a lo mejor obtenidos, como antes hemos sugerido, con los fondos de la asociación, aumentados gracias a las ventas de anteriores mercadillos. Al final, a largo plazo el mercadillo y el pago de recursos se compenetran en una especie de simbiosis positiva. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con la gestión económica. Es importante elaborar presupuestos, e intentar siempre adquirir los materiales de la manera más económica posible. Si pueden reutilizarse algunos de ellos, como las camisetas sobre las que estamparemos dibujos o los hilos sintéticos para las pulseras que vendamos, mejor. En cualquier caso, los mercadillos son siempre una de las maneras más eficientes en la adquisición de beneficios económicos para la asociación. Pueden hacerse una vez cada dos meses, y se pueden solicitar permisos para vender en plazas con afluencia de gente, locales, cafeterías y otros espacios.
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