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Es un hecho que hoy más que nunca estamos más interconectados que nunca; prácticamente todo lo que hacemos o decimos está a la vista de todo el resto del mundo, por lo que tenemos que tener un cuidado extremo con el cómo nuestras acciones pueden repercutir sobre nosotros mismos en el futuro. Un ejemplo perfecto de las consecuencias de esta interconexión son nuestros movimientos financieros, los cuales lo sepamos o no están a la vista de un enorme número de empresas que utilizarán esta información tanto en pro como en contra de nosotros según lo crean conveniente.
Vivimos en una sociedad altamente consumista, y eso innegable a estas alturas, y justamente por esto es que se han vuelto tan comunes todo tipo de financiamientos, créditos o préstamos en la cotidianidad de los usuarios. Sin embargo, también se ha vuelto común que cada vez más usuarios se vean ahogados entre un mar de deudas que pareciera no tener fin, y eso puede sucederle a cualquiera a través de una serie de mala toma de decisiones que se van complicando una tras otra, y es por eso que a continuación se comparten algunos consejos prácticos con respecto a la economía personal y su planificación. No pedir más de lo que en realidad necesitas. Puede sonar bastante obvio en primera instancia, y puede que para algunos lo sea, sin embargo para muchos usuarios este es uno de los principales errores en los que se incurre al momento de recurrir a cualquier tipo de financiamiento. Pedir préstamos personales por montos altos no es malo por sí mismo, sin embargo es la finalidad de dicho financiamiento lo que se necesita tener en consideración constantemente; pedir una alta suma de dinero que conlleve a adquirir un compromiso financiero bastante significativo en pro de cambiar de celulcar…simplemente no es una buena idea. Tener siempre un colchón económico disponible para responder por las deudas adquiridas es indispensable. En el mejor de los casos la deuda adquirida se podrá pagar por sí sola sin mayor dificultad (y de paso dejar ganancias al usuario) sin embargo, es bien sabido que en las finanzas no existe tal cosa como un resultado o ciencia exacta, por lo que cualquier imprevisto podría suscitarse. Es por este motivo que se exhorta a los usuarios a tener siempre un colchón económico preparado que les ayude a responder en caso de que suceda el segundo escenario y no se vean atrapados en un escenario donde además de un negocio fallido ahora también adquirieron una deuda enorme.
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